El gato es un animal que dedica varias horas al día al acicalamiento, ya que con sus lametazos se desprende de la suciedad que queda retenida en su pelaje, pero aún así precisa de unos cuidados esenciales de aseo para garantizar una buena salud.
Cuidados básicos
De por sí, el gato es un animal limpio y no necesita de grandes cuidados diarios para mantener su higiene. Pero en general, hay muchos amantes de estos pequeños felinos que desconocen algunos cuidados esenciales de aseo, que son muy importantes, pues evitan problemas de salud a largo plazo.
Una correcta higiene les evitará problemas de salud
Dichos “cuidados básicos” se pueden resumir en un buen cepillado, baños ocasionales, cuidado de sus dientes y encías, así como limpieza de ojos y oídos, y un apropiado corte de uñas. A continuación veremos en detalle cada uno de estos procesos de higiene.
El cepillado
Unbuen cepillado es la mejor manera de mantener al gato en perfectas condiciones. Ya que al desprenderse del pelo muerto, cuando él mismo se atuse, no formará tantas bolas de pelo en su estómago.
Si desde pequeños los acostumbramos al cepillado, lo tomarán como una costumbre más, y generalmente les agrada porque es como si los acariciáramos.
Para los gatos de pelo corto, se recomienda que el cepillado sea una vez por semana, mientras que para los de pelaje largo, sobretodo en épocas de muda, es imprescindible todos los días, pues es cuando desprenden mayor cantidad de pelo.
El cepillado se realiza primero a contra pelo, para después terminar el proceso en el sentido del pelo. Así desenredamos y, cuando sea necesario, cortaremos las bolas o nudos que pudiéramos encontrar a nuestro paso.
El baño
Ya sabemos lo poco que les gusta el agua. De hecho, la mayoría de los gatos no necesitan bañarse, sino que basta con proporcionarles una adecuada rutina de cepillados.
Sin embargo, los gatos de color blanco y los que suelen salir al exterior, requieren un baño cada dos o tres meses, y no más, para no eliminar el sebo protector del animal.
Lo mejor es acostumbrarles desde pequeños, e introducirlos progresivamente. Un medio adecuado es la utilización de una bañera con agua templada y un champú para gatos, controlando que la temperatura ambiental no sea muy baja ya que se nos pueden resfriar, y es importante secarlos ya que a diferencia de los perros, no se sacuden para despojarse del agua.
Ojo con los ruidos, especialmente el de la ducha o secador porque no son de su agrado, y si no están acostumbrados puede oponer resistencia y traumatizarse.
Limpieza de ojos y oídos
Los ojos y oídos son fuentes frecuentes de infección para los gatos. Cuando se traten de legañas y suciedad alrededor de los ojos, lo mejor es impregnar unas gotas de limpiadorde ojos en un paño o disco para cada uno, para no traspasar ninguna infección, en caso de que las hubiese. O bien utilizando las toallitas limpiadoras, que contienen un compuesto anti-inflamatorio.
Los oídos y ojos son fuentes frecuentes de infección
Para mantener los oídos limpios podemos usar el limpiador de oídos que disuelve la suciedad y la cera, aliviando así la posible irritación. O bien utilizando las toallitas específicas para oídos.
Malta y hierba gatera
Uno de los problemas más habituales de los gatos es la acumulación de bolas de pelo en el intestino, que pueden provocarles malestar y obstrucciones graves. Para prevenirlo podemos proporcionarles, además de un cepilladofrecuente, malta y la hierba para gatos, que les ayudarán a expulsar las bolas de pelo y purgarse.
La maltapara gatos es una pasta de color marrón que se adhiere al pelo acumulado en el intestino, favoreciendo su tránsito y previniendo su acumulación.
Algunos gatos toman la malta con gusto, pero otros la rechazan. En este caso, podemos poner una pequeña cantidad de malta en la pata delantera del gato y él se encargará de lamerla para limpiarse.
A los gatos de pelo corto es recomendable darles malta al menos dos veces por semana, aumentando la dosis en el caso de los gatos de pelo largo. La hierba gatera tiene un efecto similar a la malta, y el spray de hierba gatera es útil para atraer el interés del gato sobre un juguete o rascador, rociando el spray sobre dicho objeto.
Cuidado de los dientes
Como cualquier otro animal, no es tarea fácil cepillarles los dientes, aunque sí muy necesario, ya que la formación de sarro daña la encía y favorece el que se presenten infecciones, que inclusive hacen que no coman debido al dolor.
La mejor manera de acostumbrarlos es hacerlo desde que tienen entre 3 y 4 semanas. También podemos habituarlo de adulto, pero el proceso resultará más complicado.
Para ello, hay que tener paciencia. El primer paso es acostumbrarlo a los masajes para abrir poco a poco su boca y masajear también alrededor de ella. Si está relajado, mientras lo acariciamos con una mano usaremos el dedo índice de la mano contraria para ir masajeándole las encías por fuera. Pero si se pone nervioso es mejor que lo dejemos para otro día.
Al cepillarle los dientes, empezaremos primero un lado y luego el otro, con cuidado. Si observemos que hay alguna parte inflamada es mejor parar y acudir al veterinario.
En el transcurso de los días, el siguiente paso es colocar una gasa en el dedo índice y seguir masajeando las encías y a continuación los dientes.
Cuando se haya acostumbrado a la gasa podremos sustituirlo por el cepillo de dientes. Y no será hasta entonces, que usaremos la pasta de dientes para gatos.
Corte de uñas
Cortarle las uñas, será cuestión de cada ejemplar, si es muy nervioso y no podemos ganarnos su confianza, lo mejor es acudir al veterinario.
Si se muestra receptivo, hay que colocarse en un sitio con buena iluminación y sujetar firmemente la pata del gato. Es importante no cortar nunca hasta el final, ya que le produciríamos mucho dolor al animal y un sangrado abundante, ya que dentro de las uñas se encuentra la raíz de la misma.