El Terrario

Los terrarios son auténticas ventanas de belleza natural y exotismo, fáciles de recrear y mantener con algunas nociones básicas que podemos transmitir a nuestros clientes y que les ¡enganchará por completo!

Tipos de hábitats

Desértico o árido

Es el más indicado para principiantes por varias razones:

1. Porque la mayoría de especies desérticas son más resistentes y soportan mejor eventuales “fallos” que podamos tener con el control de la temperatura.
2. Es un hábitat donde la misma humedad ambiente suele ser más que suficiente.
3. Este ambiente seco evita problemas por ácaros u hongos, y los excrementos y restos de comida tienden a secarse, al contrario de lo que ocurre en hábitats tropicales que rápidamente se pudren y convierten en un criadero de bacterias.

  Aunque la imagen que tenemos del hábitat desértico sea el calor sofocante, es importante tener presente el gradiente de temperatura que requiere cada animal, ya que muchos de los herpetos desérticos no soportan las altas temperaturas en exceso. Es el caso de muchas especies nocturnas y crepusculares que sobreviven al intenso calor de día en madrigueras o bajo piedras. Entre las especies adecuadas a este tipo de hábitat podemos mencionar:

• Herpetos como muchas especies de geckos, como los Eublepharis macularius.
• Agámidos como los Pogonas y Uromastyx.
• Iguanidos cómo los del género Crotaphytus.
• Varias especies también de tortugas de tierra y algunos colúbridos.

 

Bosque

El hábitat de bosque incluye muchos biotopos típicos similares a nuestros bosques mediterráneos, algunos más cálidos y otros más fríos, pero con la característica común de un invierno fresco en el que muchos de los herpetos hacen un descanso invernal, y veranos que casi nunca llegan a extremos del calor desértico.      

El hábitat de bosque no presenta gran dificultad para mantener un terrario

  Gracias a que como en el hábitat desértico, tampoco tenemos valores de humedad excesivamente elevados, como pudiéramos encontrar en un hábitat tropical, es relativamente fácil de mantener este tipo de terrarios. Si bien hay que hacer una distinción pues aquí encontramos herpetos que viven cerca de lagunas y cursos de agua, para los cuales habrá que preparar un recipiente según las necesidades del animal para que eventualmente se ponga a remojo tal y como haría en la naturaleza. Aquí incluimos muchas especies de ranas arborícolas, sapos, salamandras, culebras de hierba como las del género opheodrys, y muchos otros que no obstante preferirán un ambiente más seco, sin llegar al hábitat desértico.  

Tropical

Es un hábitat problemático de recrear y mantener para el principiante: muchos más problemas de bacterias, mayor probabilidad de infección en la cura de heridas y la necesidad de mantener una temperatura cálida y una humedad más o menos constante durante todo el año. Los herpetos tropicales no sufren nunca grandes variaciones. Y muy pocos están capacitados para pasar épocas en exceso calurosas, de baja humedad o de frío.  

El hábitat tropical requiere un control de temperatura y humedad permanente

  En este hábitat se incluyen también los vivarios que prescinden por entero de animales, auténticas ventanas de belleza a la naturaleza, los que son dedicados a ranas flecha (dendrobates, phyllobates y similares) o a geckonidos como los del género Phelsuma. A medio camino están las especies que necesitan por igual una parte terrestre y una acuática, tales como la mayoría de tortugas de agua, los dragones acuáticos (Physignathus) y muchas especies de iguánidos, entre ellas los basiliscos y las enormes iguanas verdes, que requieren de un terrario más espcacioso.  

Mantenimiento de animales en el terrario

Los animales de terrario pueden manifestar un alto nivel de estrés, afectando así a su comportamiento, alimentación, tiempo de vida, etc. Si la alimentación es la correcta y los parámetros (iluminación, humedad, calefacción, etc.) del terrario los adecuados, el estrés puede deberse a que pasamos por alto algunas cuestiones. Por ejemplo, colocar un en el interior del terrario un lugar donde sentirse seguro y relajado. Se han desarrollado unos elementos-refugio, donde no perderemos de vista a nuestro animal aún cuando esté dentro y sin molestarlo.

Los reptiles son muy territoriales, sobre todo, los machos, por ello cuando están en pareja a menudo es una fuente de estrés para el más débil de los animales que se ve sometido continuamente por el más fuerte.

Para regular el calor del terrario tenemos una gran variedad de accesorios como las mantas térmicas o las rocas calentadoras que emulan a las de su medio natural. Pero como dijimos antes, el calor a proporcionar, dependerá del gradiente de temperatura de cada especie, debiendo controlar la humedad y temperatura del terrario, sobretodo si se trara de los delicados hábitats tropicales. La luz es igualmente importante, para su salud. Mientras que los rayos UV-A estimulan el apetito y favorecen la digestión,  los UV-B ayudan a la absocorción del calcio.

 

 

 Elementos de superficie

Los elementos de superficie son importantes para que el animal se mueva como en su hábitat. Por ejemplo, unos fondos de terrario, especialmente diseñados para diferentes especies y su forma de actuar en su entorno natural harán que nuestro animal se mueva y escale. No necesita el mismo fondo de terrario, una tarántula que el fondo de un geco, que se pasa gran cantidad de tiempo encaramado a paredes y rocas. En definitiva, el concepto de enriquecimiento ambiental también se aplica en un terrario, puediendo elegir diferentes plantas, lianas y otros ormanentos con los que puede interactuar. Con un poco de preocupación y teniendo en cuenta algunos detalles como los citados, podemos hacer que la mascota se sienta como en casa.